Monday, May 24, 2010

mudanza



pucha, pobre chuzo, que abandono total.
... a ver que escribo.
ayer hablando -maricadas como casi siempre- me di cuenta que con la del mes entrante me habré mudado 16 veces en mi vida, siete de ellas en este pais. me di cuenta ademas que la gran mayoría han sucedido desde que sali de mi casa rumbo a la u y solo una de ellas (la mas grande de las mudanzas) fue para huir.
hui de la crisis de los ...ticinco...
ahora me mudo para estar mas comoda, en un espacio mas grande y en un punto intermedio entre mi trabajo y el de mabp.
pero bueno, eso no importa. vivimos en un estudio apiñados y somos felices como lombrices. el unico problema es que no logramos que lucas no se suba a todos los muebles de la casa y nos deje llenos de pelos de perro todo el tiempo.
ahora solo queda contar dias y esperar a ultima hora -como siempre- para empacar a las carreras, botar cosas que no sirven, regalar las que si y donar las que nadie quiere, despedirme del viejo hogar y darle las gracias por lo bien que se porto e irnos felices al nuevo a vivir al menos dos o tres meses entre cajas a medio desempacar, cosas a medio colgar y desorden por todos lados.
espero por mi bien financiero quedarme en este nuevo apartamento por lo menos mas de un año.
ah tambien por el bien de mis amigos que siempre me ayudan a mudarme.

Wednesday, January 27, 2010

a penny for your thoughts

just saw a grown man pick his nose while (I assume) he thought nobody
was looking. I thought to myself: "how gross"; then I laughed because
I do the same.
I guess everybody does. no?

Thursday, January 21, 2010

second class citizen

cuando primero llegue a este país viví en Manhattan. al sacar mi
perro a pasear varias personas me preguntaron que si ese era mi
trabajo. no me importo.

otras veces al ir a un almacén cuando me pedían el numero telefónico
inmediatamente asumían q vivía o en queens o brooklyn. no me importo.

en el trabajo se burlaban de mi acento y me hacían referencias
estúpidas sobre la pobreza, la guerrilla, las drogas en Colombia... no
me importo.

luego, valide mi titulo, aplique a residencia y me limite a programas
de segunda y tercera linea. no me importo.

ahora estoy rotando en un hospital de primera línea, donde vengo a
aprender y ver las cosas que no hay en mi hospital y solo me dejan
observar.
esto si me importo.

hasta cuando voy a ser menos?
hasta cuando me trago la rabia?
hasta cuando tendré q soportar la ignorancia de los habitantes del
país mas rico del mundo?

Thursday, August 13, 2009

pour toi

soñé que estaba junto a ti en la misma cama
soñé que me dabas la espalda
soñé que me acercaba a ti y te abrazaba
soñé que tu olor llegaba a mi
soñé que cerraba los ojos y me dejaba envolver por tu aroma
soñé que dormía y soñaba contigo
soñé, soñé y soñé
luego desperté y no estabas ahí

cuando regresas?

Friday, July 24, 2009

el idolo de oro con pies de barro

se le derritieron delante de mis ojos; muy pero muy inesperadamente.
casi que a ciegas creí en sus palabras, tal vez solo porque sonaban a verdad, porque se oían sinceras.
cuando las cosas cambiaron me di cuenta de que no todo lo que brilla es oro;
que aunque yo no lo quiera creer, aun hay mucha gente que usa a otra, que desecha personas cuando ya no sirven su propósito inicial, y lo hacen con toda la desfachatez del mundo, simplemente porque no les importa.
me sentí como un desechable, me sentí, pero ya no mas.
vos sos quien pierdes, no yo.

Friday, July 03, 2009

Colombia: boceto para un retrato


Por: Héctor Abad Faciolince

Una revista mexicana les pidió a varios escritores del mundo que hicieran un breve retrato de su país. Héctor Abad Faciolince hizo uno sobre Colombia.

Colombia me parece un buen resumen del mundo. Una élite prevalentemente blanca en el color de la piel, que constituye un poco menos del 10% de la población total, que vive en los climas más fríos y ocupa las tierras más fértiles, es dueña del 80% de la riqueza general (las minas, la agricultura, el ganado, los bancos, las industrias) y controla el poder político. Otro 40% de la población, un poco más oscura en su aspecto exterior, trabaja duramente, más que para llegar a ser élite, para no caer en la pobreza del otro 50% de la población, que vive en las tierras más cálidas y menos fértiles o en las partes más duras de las ciudades, que es negra, india, mulata o mestiza, y que nunca está del todo segura de poder comer o de tener agua limpia al día siguiente.

El primer mundo desarrollado (espejo de Europa, Estados Unidos y algunas partes del Lejano Oriente) está representado por esa élite de piel clara, que se aprovecha de las materias primas y de la mano de obra barata del resto del país. Viven bien, comen bien, estudian en los mejores centros, tienen excelentes hospitales y se mueren de viejos. La clase media, los pequeños empleados, algunos obreros con buenos contratos, son el espejo de los países emergentes como México o Brasil. El 50% de los pobres que apenas sobreviven, se parecen a África, a las regiones y naciones más pobres de Oriente, y también, por supuesto, a la misma América Latina menos desarrollada. Así es el mundo, y Colombia se parece mucho al mundo, en tamaño pequeño.

Recorrer Colombia es una bonita experiencia sociológica: si uno empieza por el Norte, en el desierto de La Guajira, podrá visitar la mezquita de Maicao, comer quibbes como los del Líbano, ver mujeres de origen árabe con velo musulmán y hasta deleitarse al postre con las waclavas de miel y frutos secos. Si atraviesa las fértiles llanuras de Córdoba, Bolívar y Sucre, encontrará inmensos hatos de ganado Brahman, traído de la India hace más de un siglo, con sus morros henchidos de grasa y carne, y con la parsimonia envidiable de las vacas sagradas. Si se trepa por la cordillera de los Andes encontrará valles alpinos con ganado Holstein o Jersey, como en Suiza, Inglaterra o Canadá, e incluso campesinos de ojos azules que ordeñan las vacas y hacen queso en las montañas de Antioquia. Si se hunde en las selvas del Chocó podrá sentirse en África de repente, con unos negros grandes y dulces que llevan la música por dentro y la pobreza por fuera, aunque con gran dignidad. Si se atreve a internarse en las selvas amazónicas, se sentirá en partes del Brasil, con ríos inmensos y parsimoniosos, árboles innumerables, calor intenso y bichos raros. Si va a los departamentos del Cauca y Nariño, en el sur, podrá figurarse que está en Bolivia o en Perú, con indios que vienen de ramas remotas de la familia quechua, cuyo imperio se extendió hasta allí, pero que hablan lenguas locales que Evo Morales no entendería.

Y en este viaje imaginario encontrará también, por supuesto, aquello que se considera más típicamente colombiano: plátanos y yuca en tierra caliente, cafetales y pájaros en tierra templada, campos petroleros y minas de oro y carbón explotadas en general por inmensas transnacionales europeas o norteamericanas, plantaciones de mata de coca con mafiosos que matan por defender las rutas de su cocaína, guerrilleros salvajes que secuestran y extorsionan, paramilitares sanguinarios como nazis, un Ejército que no pocas veces comete crímenes tan horrendos como los de los grupos ilegales, y un Estado que, según se acerque o se aleje de las grandes capitales, es capaz de controlar o no el territorio de la nación.

¿Qué nos falta en esta rápida descripción geográfica del país? Dos largas costas, la del mar Caribe y la del océano Pacífico, entre delfines y playas coralinas, hasta tibias bahías escogidas por las ballenas que van y vienen de los polos para hacer ahí, en el centro de su recorrido, esos ruidosos y salvajes apareamientos que los humanos llaman el amor. Algún puerto industrial, como Barranquilla, donde judíos y árabes conviven y compiten por el comercio; una ciudad de belleza legendaria, Cartagena de Indias, en donde el centro se parece a Andalucía y la periferia a Bangladesh; y por último el puerto más feo de todo el océano Pacífico, Buenaventura, en donde la ventura está siempre al borde de convertirse en desventura.

Colombia es también, como el mundo, un país de ciudades en el que la mayoría de la gente vive en humeantes conglomerados urbanos acromegálicos y no en el campo. Lo distinto estriba en que, a diferencia de la mayoría de los países de Hispanoamérica, la capital del país, Bogotá, no se roba la casi totalidad de la población urbana, sino que pululan las ciudades con más de un millón de habitantes: Medellín, Cali, Barranquilla, Pereira, Cartagena, Manizales. Salvo los puertos, la mayoría de estas ciudades (y por ende de la población del país) está en las cordilleras, en altos valles o en altísimos altiplanos. El motivo es muy simple: el clima duro del trópico, la humedad y los insectos de las tierras bajas se soporta mucho mejor en la altitud de las montañas. Por eso tenemos un país muy extenso, pero al mismo tiempo muy densamente poblado en la cordillera y casi desierto en las llanuras y en las selvas.

El 98% de los colombianos hablamos en castellano. Las variedades de nuestro español dependen de si estamos cerca del mar, de cara al mundo, o aislados en las montañas, pero en general podría decirse que, quizá por estar nuestro país a mitad de camino entre el Río Grande del norte y el Río de la Plata, nuestro castellano tiene una cadencia bastante comprensible para casi todos los que viven en el ámbito de la lengua. A esta aparente neutralidad de nuestra variedad lingüística se debe tal vez ese lugar común que dice que hablamos el español más hermoso y correcto de América.

La política nos apasiona, como a los ciudadanos de cualquier parte del mundo, y también tenemos la ilusión de que la vida depende del cambio ritual de los gobernantes. Desde hace más de seis años nos gobierna un terrateniente antioqueño de baja estatura, ojos claros y buenos modales (aunque los pierde con facilidad cuando se enoja, y se enoja mucho). Un requisito tácito para pertenecer a su gabinete es haber padecido secuestros o asesinatos a manos de la guerrilla. Muchos de sus ministros han tenido esa trágica experiencia, en la propia piel o en la de familiares y amigos muy cercanos. Eso los hace odiar, con razón, a las Farc, empezando por el primer mandatario, cuyo padre fue asesinado por esta banda de narcotraficantes que se hace pasar por guerrilla revolucionaria. Bueno, es ambas cosas, una guerrilla degradada a mafia que no deja por eso de ser a ratos una guerrilla con ideales rebasados por la historia. Uribe fue elegido por la mayoría de los colombianos para derrotar a ese grupo, las Farc, del cual el 95% de la población estaba harto.. Lo ha logrado en parte, pero a costa de perdonar demasiado a los paramilitares y a costa de gastarse la mejor tajada del presupuesto en fortalecer al Ejército.

Casi nadie, ni yo mismo, se opone a que derrote a la guerrilla. El problema es que al hacerlo se descuida lo más grave para nuestro desarrollo: la desigualdad y la miseria. Del 50% de la población pobre, de su condición inhumana, sale cada año apenas un porcentaje ínfimo, aunque constante. El agua sigue siendo impotable incluso en algunas de las regiones más lluviosas del mundo. No tenemos ni una sola autopista en todo el país. La educación pública es de muy mala calidad y no es universal. La gente desplazada del campo por la guerra se hacina en las ciudades en condiciones de vivienda y de vida intolerables. El Presidente reza rosarios en público y no está muy interesado en el control de los nacimientos. Pero aquello para lo que fue elegido, aquello que prometió —derrotar a las Farc—, lo está cumpliendo, y por eso la mayor parte de la población lo apoya todavía con un fervor religioso.

Escribimos libros, hacemos unas cuantas películas al año, ganamos una o dos medallas de bronce en los Juegos Olímpicos, somos buenos escaladores en ciclismo y tenemos una selección de fútbol que teme mucho hacer goles. Tenemos dos o tres cantantes populares que el mundo adora, aunque a mí no me entusiasmen. Nuestros tres escritores más grandes, en todos los sentidos de la palabra grande, viven en México (García Márquez, Mutis y Fernando Vallejo), como si el aire impuro del D.F. fuera fecundo para su prosa. Tenemos unos cuantos museos no muy buenos, pero de vez en cuando surgen grandes talentos aislados en la ciencia o en el arte. Somos unos 44 millones los que seguimos viviendo aquí, y otros 4 viven repartidos por el mundo, sobre todo en Venezuela, Europa y Estados Unidos. El país es muy verde y su naturaleza no es nada pobre. Medellín, la ciudad en la que vivo, no es la peor de América Latina ni tampoco la más violenta, por mucho que en años anteriores haya sido la capital mundial de la mafia. Pasamos de 6.500 asesinatos al año a 650, y por eso nuestra tasa de homicidios es inferior a la de Caracas, a la de México e incluso a la de Washington.

No somos ni el infierno ni el paraíso. Somos un purgatorio que intenta arrancar almas de la perdición y aspira a seguir, aunque muy despacio, a un paso desesperantemente lento, el camino del progreso que otros llaman cielo.

Tuesday, June 09, 2009

hector

uy! hoy me diste un golpe bajo. fuerte y certero. y lo sabes. vos mismo dijiste: "por eso te quedas callada, porque sabes que lo que te digo es verdad"....
es verdad. tienes razón. aunque eso ya lo sabes.
yo que siempre me las tiro de madura y equilibrada, de estar por encima del bien y del mal, te lo digo aquí delante de todo el mundo: me equivoque y me arrepiento de ello.
lamento haberte lastimado y haber actuado así.
lamento haberte envuelto en mi huracán de emociones y estupideces. no te lo merecías, ni te lo mereces, ni te lo merecerás nunca.
solo te digo desde lo mas profundo de mi corazón que te quiero mucho, que sos mi amigo, que te extrañe y que espero que podamos dejar esto atrás.
te prometo que voy a portarme bien.
un beso,

lili

Sunday, February 08, 2009

prestado

no lo escribí yo, solo lo tome prestado:

Es propio del ser humano ser presa de la forma, interesarse demasiado por lo externo, ostentar, no ser, vivir subyugado a la apariencia, si dueños fuéramos de nuestros sentimientos no nos impondría el destino amores agobiantes, amores condenados al fracaso, que acaban cuando mas los ponderamos o que a pesar del daño que causan no se extinguen. Pero no es el corazón, para bien o para mal, la cuna de todos los efectos? tormentosos, plácidos, intemperantes, tiernos, agresivos, esclavizantes, libres, quiméricos, reales. En fin muy complicado, alguna vez leí por allí que enamorarse no es querer amar, es amar sin querer! otra vez me complique, por fin he decidido hacerte caso, voy a crear esa barrera, no voy a ir mas allá, espero no claudicar, aunque existe el riesgo y es enorme de perder!!!!!!, que de mi boca nunca salga un te amo, esa es mi promesa, no la quiero romper!!!!!!!!!! No la voy a romper!!!!!!!!

De verdad que no fue la libidinosidad la que me acerco a ti, no era deseo de esparcimiento pasajero, mas bien como añoranza de un sentimiento duradero, porque antes de deleitarme con tus formas, disfrutaba completamente de tu alma. Todo se ha vuelto dulzura, una autentica caricia.

Me fascina sorprenderte, cuando te estoy mirando, hay una sonrisa entre timida y coqueta que advierte que te encanta el juego. Todo es subliminal, discreto; para los demas por completo imperceptible!!!!!!!

Algo hay que me atrae , algo en esas miradas me emociona, el presentimiento de que unicamente a mi me las regalas.

Hoy intuyo que eres una hermosa realidad, idéntica al paradigma que ronda mis ensueños, me haces soñar despierto, es hora de que sepas cuanto te quiero, tal vez no conozco de ti lo suficiente pero te juro que mi corazón late muy rápido, eres un descubrimiento tan reciente, pero en mi vida tienes mas raíces que lo añejo.

Que mis palabras no las borre el tiempo: Nada que quiera el hombre repudiar lo pone por escrito. El compromiso fugaz se deja a las palabras con el animo de que las borre el tiempo. Las palabras pierden su majestuosidad y decoro, salvo cuando atrapadas sirven para rubricar el pensamiento, la palabra escrita es historia, es juramento es prueba. Es la manifestación de quien con seguridad se expresa, de quien honra un compromiso, de manera que querida mía deberás de soportar mis letras cuantos días seas dueña de mi afecto. Muchas cosas tienen los amantes que decirse, siempre habrá un sentimiento, un tema, un recuerdo que llene los renglones, y que nunca lleguen a claudicar mis letras, por que ese día sabrás que el cariño se esta agotando.

Wednesday, February 04, 2009

pinche tu

apareciste de la nada
apareciste cuando ni sabia que te necesitaba
apareciste sin que yo te llamara
apareciste

y me haces sonreír
me iluminas
me refrescas y me alientas
me alimentas

no son años sino días
no son muchos sino pocos
pero se sienten como siempre
se sienten como todo

gracias

Sunday, January 25, 2009

alegorias

tengo un gusano metido adentro, que camina y da vueltas por entre mis tripas como si escarbara la tierra, se queda a ratos en el corazón, luego lo espanto y se va al hígado. y asi se la pasa del corazón al hígado, del hígado al corazón, me alegra y me asusta, me asusta y me alegra.
a el le gusta mas el corazón, es calientito y comodo, lo hace sentir bien, le recuerda la tierra humeda y fresca de donde vino, donde una vez a el mismo le rompieron su propio y diminuto corazón.
el quisiera meterse por un huequito sin que yo me de cuenta, y hace toda clases de acrobacias y se contorsiona para entrar, pero yo inmediatamente lo mando al hígado, porque hace mi corazón palpitar muy rápido, me acelera, me emociona y me angustia. el se pone triste cada vez que yo lo ahuyento, y despacito y sin hacerse notar vuelve y me conforta, me conforta y me alegra, me alegra y me asusta.
el es mi gusano y yo soy su tierra.