creo que sólo tengo un recuerdo de mis padres juntos, como pareja quiero decir, fue para una navidad. tendría yo tal vez 4 o 5 años y mi mamá -que estaba en su acostumbrada manta guajira- me dijo: " ven al cuarto que te tengo una sorpresa". era temprano, por ahí las 7 u 8 de la noche, no era hora aún de abrir regalos. me acuerdo que entré y mi mamá me dijo: "mira", yo no veía nada, solo oía un ruidito, ella me dijo otra vez: "no ves nada?" y yo seguía buscando, cuando depronto salió de debajo de la cama un trencito (creo que era azul) de cuerda, que en lugar de alegrarme me asustó. me puse a llorar y mi papá que estaba en la misma habitación me abrazó y me cargó para consolarme. nos sentamos en la cama y entre los dos me mostraron el tren. ya después de eso la memoria falla y no puedo visualizarlos a los dos juntos como una pareja feliz.
unos años después iba caminando de la mano de mi mamá, pasando el puente ese de mentiras que hay en la vía entre el hotel san germán y lo que antes era el 'ituc' ahora udec (si es que todavía queda ahí). me dijo mi madre: " nos vamos a ir a vivir a una casa nueva", me explicó que sólo nos íbamos las dos, que mi papá se quedaba viviendo con la abuela, pero que yo lo iba a ver todos los días, que él me iba a llevar al colegio como siempre. recuerdo que me entristecí un poco pensando en mi abuelita, mis vecinitos, mis juguetes y el perro de la casa. me imagino que ella se dió cuenta de eso y me empezó a hablar de la casa nueva, que quedaba cerca de donde víctor y maría t, que tenía antejardín con rejas y dos cuartos. ahí todo empezó a ser una aventura para mi y me pareció superchevere mudarme. tal vez de ahí fue que me quedó el gusto a cambiar de casa frecuentemente.
mis padres se separaron cuando yo tenía 7 años y medio. a pesar de no vivir juntos, de no compartir el mismo techo, ni comer juntos siempre, creo que no pasó un solo día en que no los viera a los dos, nunca me sentí desgraciada porque mis padres no vivían juntos, al contrario, creía que me daba un estatus especial. todo era doble, los cuartos, los juguetes, mas ropa, la comida. cuando uno me regañaba me iba para donde el otro. cuando me aburría en un lado me iba de "vacaciones" para la otra casa. tenía sus ventajas el asunto. mi papá me recogía en las mañanas y me llevaba al colegio, luego me volvía a recoger al mediodía y me dejaba donde mi mamá. cuando estuve enferma siempre estuvieron los dos, cuando hubo que ir por las notas al colegio también iban los dos. hasta de vacaciones fuimos los tres en varias ocasiones.
escribo todo esto porque hoy vi "The Squid and the Whale" (que recomiendo) y me di cuenta como los padres pueden literalmente tirarse a los hijos con un mal divorcio/separación.
escribo esto para agradecer a mi madre y a mi padre por ponerme a mi primero, por haber sido capaces de dejar de ser marido y mujer sin dejar de ser padre y madre, por no dejar que su separación me afectara de manera alguna, por haber estado ahí para mi todos los días de mi infancia, adolescencia y adultez; por amarme, guiarme y respetarme.
por dejarme ser.
los adoro y los extraño con todo mi corazón. ustedes han sido y siempre serán numero uno en mi vida.
con amor,
su hijita.
unos años después iba caminando de la mano de mi mamá, pasando el puente ese de mentiras que hay en la vía entre el hotel san germán y lo que antes era el 'ituc' ahora udec (si es que todavía queda ahí). me dijo mi madre: " nos vamos a ir a vivir a una casa nueva", me explicó que sólo nos íbamos las dos, que mi papá se quedaba viviendo con la abuela, pero que yo lo iba a ver todos los días, que él me iba a llevar al colegio como siempre. recuerdo que me entristecí un poco pensando en mi abuelita, mis vecinitos, mis juguetes y el perro de la casa. me imagino que ella se dió cuenta de eso y me empezó a hablar de la casa nueva, que quedaba cerca de donde víctor y maría t, que tenía antejardín con rejas y dos cuartos. ahí todo empezó a ser una aventura para mi y me pareció superchevere mudarme. tal vez de ahí fue que me quedó el gusto a cambiar de casa frecuentemente.
mis padres se separaron cuando yo tenía 7 años y medio. a pesar de no vivir juntos, de no compartir el mismo techo, ni comer juntos siempre, creo que no pasó un solo día en que no los viera a los dos, nunca me sentí desgraciada porque mis padres no vivían juntos, al contrario, creía que me daba un estatus especial. todo era doble, los cuartos, los juguetes, mas ropa, la comida. cuando uno me regañaba me iba para donde el otro. cuando me aburría en un lado me iba de "vacaciones" para la otra casa. tenía sus ventajas el asunto. mi papá me recogía en las mañanas y me llevaba al colegio, luego me volvía a recoger al mediodía y me dejaba donde mi mamá. cuando estuve enferma siempre estuvieron los dos, cuando hubo que ir por las notas al colegio también iban los dos. hasta de vacaciones fuimos los tres en varias ocasiones.
escribo todo esto porque hoy vi "The Squid and the Whale" (que recomiendo) y me di cuenta como los padres pueden literalmente tirarse a los hijos con un mal divorcio/separación.
escribo esto para agradecer a mi madre y a mi padre por ponerme a mi primero, por haber sido capaces de dejar de ser marido y mujer sin dejar de ser padre y madre, por no dejar que su separación me afectara de manera alguna, por haber estado ahí para mi todos los días de mi infancia, adolescencia y adultez; por amarme, guiarme y respetarme.
por dejarme ser.
los adoro y los extraño con todo mi corazón. ustedes han sido y siempre serán numero uno en mi vida.
con amor,
su hijita.